SEGUNDA JERARQUIA DE LUZ
Formado por quienes gobiernan el espacio y las estrellas. Son los encargados de integrar los aspectos espirituales y materiales de la Creación. Y además, son los que unen la primera jerarquía con la tercera. No tienen contacto directo ni constante con Dios ni con los hombre. Al recibir la Luz divina, se encargan de a n imar y ordenar el mundo, brindándole belleza.
Príncipe Tsadkiel.
Son sus Ángeles: Nit-Haiah, Haaiah, Ierathel, Seheiah, reyel, Omael, Lecabel y Vasahiah.
Llevan como símbolo el cetro y la espada representando el poder divino sobre toda la Creación. Confieren al hombre la fuerza para vencer al enemigo interior. Representan la verdadera soberanía.
Son los seres celestiales que gobiernan y dirigen las tareas de los otros seres celestiales inferiores, regulando los deberes de cada uno, integrando el mundo espiritual con el material solo reciben órdenes de Dios. Muy pocas veces se ponen en contacto con los hombres a no ser que sean enviados en misiones especiales para el beneficio de la humanidad.
príncipe Raphael
Son sus Ángeles: Hahael, Mikael, Veuliah, Yelaiah, Sealeah, Ariel, asaliah y Mihael.
Responsables por el reino mineral. Traducen la voluntad de Dios. Confieren al hombre el poder de discernir lo bueno de lo malo.
Son los que realizan los milagros, a medida que mas personas aprendan a comunicarse mayor será el cambio proporcionado por éstos seres. Su bello nombre es VIRTUDES. Se cuenta que dos Virtudes acompañaron y escoltaron a CRISTO a los cielos y también a Eva cuando dio a luz a Caín. Las Virtudes nos bendicen y nos entregan energía espiritual divina, dándonos constantemente ánimo en los momentos difíciles.
Príncipe Camael
Son sus Ángeles: Iehuiah, Lehahiah, chavakiah, Menadel, Aniel, haamiah, Rehael e Ieiazel.
Protegen al hombre de enemigos exteriores. Responsables por el orden en sus representaciones y por los 4 elementos (agua, tierra, fuego y aire). Llevan una espada flameante.
Protegen los cielos de los ángeles caídos, también se dice que vigilan nuestra alma mientras batallamos entre el bien y el mal, guían las almas que se pierden cuando dejan el cuerpo al morir. Son los portadores de la conciencia de la humanidad, los que conservan nuestra historia, además guardan las religiones de la humanidad. Las ceremonias religiosas atraen siempre su atención, su poder será mayor si la disposición mental de los fieles es receptiva, nos inspirarán y colmarán de energía espiritual.